Juicio de Nuremberg.

En la pasada guerra ocurrieron muchas paradojas . Una de ellas fue que los nazis no mostraron gran entusiasmo por los tratados internacionales tales como la convención de Ginebra en 1929, referente al trato humanitario a los prisioneros. Sin embargo, en la práctica se ajustaron más celosamente a estos convenios que sus contrincantes, pese que estos se ostentaron como defensores del derecho internacional y de todos los convenios humanitarios tendientes a suavizar los horrores de la guerra.

Fueron los sistemas democráticos de Churchill y no los totalitarios de Hitler, los que adoptaron el acuerdo de hacer fuego contra las ambulancias aéreas de la Cruz roja alemana que recogía pilotos náufragos en el canal de la mancha, y fueron esos mismos  sistemas los que dieron como resultado el esposamiento de prisioneros, según lo admite el  general Desmond Young, del ejército inglés.

El historiador inglés F.J.P. Veale dice que los alemanes eran reunidos por las tropas soviéticas en gigantescos rebaños humanos y conducidos a oriente, casi sin ropa ni alimentos, aquello fue una matanza peor, afirma, que la de Dresden,Nagasaki e Hiroshima.

El 2 de septiembre de 1950 se calculaba en Washington que millón y medio de prisioneros alemanes habían muerto en la URSS. Más de 150 mil anticomunistas auténticos rusos, eslovenos, croatas, yugoslavos etc. Se pusieron a las órdenes de occidente y rindieron  sus armas ante las tropas británicas, después de que se les ofreció asilo. Pero Churchill cometió uno de los actos más ruines de la historia. Desarmando al grueso de estas tropas, Churchill ordeno que fueran entregados a los bolcheviques. Quienes se dedicaban a asesinar cautivos, y además de los militares también fueron entregados a los rojos 35 mil civiles ( incluido mujeres y niños) 

El rumano Traian Romanescu dice: “ cuando esos hombres sin defensa, amontonados unos con otros y deteniéndose las manos rehusaban subir a los camiones para repatriarlos, los ingleses intervinieron con los tanques asesinando a seres inocentes que se oponían a ser enviados a la muerte, este macabro espectáculo duro 3 días”.

Y en tanto ocurrían todas esas matanzas bajo la sombra del ejército rojo con la complicidad de Churchill y Truman, se montaba en Nuremberg el más famoso juicio contra “ criminales de guerra” nazis. Hubo no  menos de 24 mil juicios y además matanzas colectivas sin procesos alguno, pero al de Nuremberg se le Dios basta publicidad por que ahí iban a ser ahorcados los 12 jefes principales del régimen de Hitler. ¿Y por qué fue en Nuremberg y no en Berlín? ¿Por que en Nuremberg y no en la capital, que era donde convergían las autoridades de las  cuatro naciones ocupantes? El por qué de ese aparente capricho se remonta al 15 de septiembre de 1935, fecha en que se promulgaron en Nuremberg los decretos inspirados por Hitler para qué de la vida artística, cultural, comercial, económica y política de Alemania se sustrajera de la desproporcionadas fluencia que ejercía sobre ella una minoría étnica de hebreos. Mediante ese decreto el régimen nazi cometía el “crimen” de hacer que el país conservara su propio cauce nacionalista.

Nuremberg fue simbólicamente la venganza del poder secreto sionista contra el movimiento político e ideológico que lo ha desafiado los últimos siglos.  

La ignominia de ejecutar a los caídos rara vez a cabido en la dura, pero limpia alma del soldado. Entre todos los auténticos guerreros la caballerosidad por sobre todas las diferencias. Más el hebreo no tiene nada en común con el franco espíritu de la milicia, que desde el uniforme y las insignias ostenta lo que es y para lo que es. El jud¡o por el contrario, rehuye todo lo que sea lucha abierta y prefiere lo encubierto y lo insidioso.

Repaso histórico
Al ser enemigo de Pompeyo, César reprobó que Teodosio lo hubiera ejecutado al hacerlo prisionero, a los generales capturados procuro ganárselos y escribió a Roma que el fruto de su victoria era haber salvado a alguno de aquellos que siempre lo consideraron contrario. más tarde se lamentó, uno de sus grandes enemigos, Catón, se había suicidado, y en su memoria trató con indulgencia a los prisioneros.
Alejandro Magno era tan Benigno en la victoria como terrible en el combate, en la India luchó encarnizadamente contra el rey Poro pero luego cuando lo tuvo bajo su poder desistió en todo momento de venganza.
Gengis khan el prototipo del guerreo cruel con el vencido. Cuando derrotó a Tungay Khan, en samarcanda hizo asesinatos en masa; en otra ocasión capturó al hijo de Dzhelal de 7 años y ordenó que se le sacara el corazón para dárselo de comer a su perro favorito. Después como testamento dejo esta consigna, “aniquilar siempre a sus enemigos” sin embargo Gengis Khan siempre vivió en combate y nadie puede decir con certeza cómo
Hubiera sido después con sus prisioneros años después de terminada la lucha.
El Nieto de Gengis khan, Batú, rendía honores militares a sus enemigos muertos que hubieran demostrado gran valentía en el combate, y en muchas ocaciones perdonó la vida a los prisioneros más valerosos. Siempre  ha sido una norma de honor ante la rendición, que el vencedor no abuse de su poder que tiene sobre quienes han dispuesto las armas. 

Durante la Guerra toda violencia tiene él atenuante de la lucha misma y la justificación de la propia defensa. La historia nos enseña que el odio del guerrero es implacable y brutal pero no perdurable. La victoria y La Paz llevan  consigo un principio de serenidad que en mayor o menor grado, desarma, humaniza y hasta torna generoso al vencedor. Pero el movimiento político jud¡o no tiene aún la sensación de la victoria; después de 5,000 años de lucha por la hegemonía del mundo, Nuremberg fue sólo un peldaño más en el acenso material del pueblo “elegido”, pero no La Paz. De ahí el extraño encarnizamiento con los vencidos.

Y así las cosas, se ergio el tribunal internacional integrado por funcionarios de Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos y la URSS. Contrariando los más elementales principios de derecho. Jueces y fiscales eran a la vez “juez y parte”. Salvo permiso especial  los acusados no podían hablar y los defensores debían ser antinazis, lo cual equivalía a que el acusado tuviera un fiscal más pero no un defensor. Se estableció el absurdo de que por el hecho de haber recibido órdenes superiores no relevaba de responsabilidad  a ninguno de los acusados. Con respecto a las pruebas, el “tribunal no estaba sujeto a ninguna regla de pruebas”, y las declaraciones de los testigos podrían aceptarse o no. 
La declaración del acusado era interrumpida cuando lo pedía el fiscal, hablar de la invasión soviética a Polonia estaba prohibido, pero no de la invasión alemana.
Numerosos jud¡os que habían emigrado de Alemania a Estados Unidos, regresaron como miembros del tribunal, algunos aún no podían hablar bien el inglés.

“NO ERA NECESARIO TANTAS COSAS PARA MATARNOS” comentó el mariscal Goering. 
A todos los reos se les acusó de haber propiciado el rearme de Alemania; de haber invadido varios países; de haber encauzado la educación de la juventud hacia  ideales nacionalistas, pero todos estos “delitos” eran también compartidos por quienes juzgaban a los reos. 
El cargo más grave ( y en realidad el único que movía el tribunal) fue de que los nazis  habían perseguido al movimiento político jud¡o, acto al cual se le dio el subjetivo nombre de “crímenes de guerra contra la humanidad”. Otro cargo grave fue que los nazis habían barrido con las instituciones secretas masónicas denunciados por ser uno de los brazos más eficientes del movimiento político jud¡o y a eso se le llamó intolerancia y totalitarismo.

Sin ningún recato el tribunal fue produciendo sobre la marcha conceptos nuevos de la ley penal y aplicándolos con efecto retroactivo. Se dio el absurdo de que el ministro de relaciones exteriores Von Ribbentrop, fuera acusado de hacer esfuerzo de ganarse la alianza con el Japón como si los aliados no hubieran hecho otro tanto ( que hasta recurrieron a la presión económica) para formar la coalición  más grande de la Historia. 

Ribbentrop pidió que se interrogara a Churchill sobre los esfuerzos que el propio Ribbentrop había hecho para impedir que Gran Bretaña le declarara la guerra a Alemania pero sus petición fue rechazada.

A los reos se les tuvo a ración de hambre  durante un año tenían centinelas de vista a la celda, el cual por las noches de rato en rato le echaban una luz en la cara, se les vistió de harapos y solo se les permitía ropa decente cuando iban a comparecer ante el “juez”, salvo raras excepciones tenían prohibido hablar entre sí. 
El mariscal Goering lo golpeó un guardia por que le pidió que le devolviera su silla.

Streincher se quejó de que lo habían golpeado y que le habían escupido dentro de la boca, pero sus jueces repusieron que no era eso lo que se estaba juzgando en el tribunal.

Streincher que su delito fue haber publicado un periódico hostil al movimiento político Jud¡o se quejó de que su defensor no quería presentar pruebas a su favor por temor a represalias, el defensor pidió al tribunal que lo relevara de su cargo pero la petición fue negada.

Es significativo que el único ex ministro de Hitler absuelto en Nuremberg fue Schacht que desde antes que empezara la guerra mantenía  secreta relación con la maquinaria económica israelita y fue un eficaz traidor. Durante  la guerra saboteó el rearme de Alemania y puso varios obstáculos en el camino de Hitler y en plena contienda pasaba informes secretos al extranjero. El tribunal de Nuremberg le reconoció sus “méritos” y lo dejó libre.

El fiscal inglés Sir Harley Shaweross  especificó que las competencias del tribunal se extendían también a “los actos cometidos contra los jud¡os alemanes domiciliados en Alemania”, esto sienta un precedente extraordinario en todo el mundo, por qué significa que el hebreo constituye siempre un estado dentro de otro , su nacionalidad de nacimiento no pasa de ser un convenenciero mimetismo  que ayuda a penetrar  en los círculos no jud¡os.

Fueron tantas las irregularidades del tribunal internacional que el juez norteamericano Carlos F. Wennerstrum  de la suprema corte de justicia, declaró que “ abogados, burócratas, intérpretes e investigadores eran individuos que habían adquirido la nacionalidad norteamericana hace apenas poco tiempo y que estaban  embebidos en los odios y prejuicios europeos.
Una gran parte de esos nuevos norteamericanos (jud¡os) cruzaron el Atlántico durante la guerra no por amor a América sino por temor a Hitler.

Además para colmo se acusó a los presos de la matanza de katyn de 15 mil oficiales  polacos no obstante que estas matanzas fueron realizadas por los bolcheviques, quienes paradójicamente fungían como “jueces”.

Ribbentrop sintetizó la situación de él y sus compañeros al escribir que según sus jueces, solo se habían librado de ser “crimínales”, y de haber conspirado para capitular. Negociar La Paz era imposible por que los aliados no querían la paz, sino “rendición incondicional”.

La noche de las ejecuciones llovía en Nuremberg. Como última convención se aumento la ración de comida a los condenados. Ribbentrop, el mariscal Keitel , el general Jodl y otros cambiaron sus trajes de presidio por sus viejos uniformes y se afeitaron. Goering el segundo de Hitler se sustrajo al verdugo envenenándose con cianuro. Los aliados profundamente contrariados, hicieron llevar el cadavér al lugar de las ejecuciones como un simbolismo.

En el gimnasio de la prisión se construyeron tres horcas, y diez reflectores iluminaban todo el gimnasio como si fuera un día de fiesta.

El primero en llegar fue Von Ribbentrop de 53 años, ex ministro de relaciones exteriores. En vísperas de su ejecución dejó una carta a su hijo Rodolfo:
“Emprenderé mi último viaje sin vacilar, con la seguridad de haber hecho como buen patriota alemán, todo lo que eh podido... un día la verdad saldrá a la luz pública... despedirme de vosotros me resulta difícil, muy difícil. Pero debe de ser así y no debemos quejarnos, permanecer unidos en la suerte y e la desgracia y créeme cuando les digo que yo y todo mi cariño estarán siempre con vosotros, un abrazo, querido hijo.”

Ribbentrop camino a la horca con las manos esposadas en la espalda y custodiado por dos guardias. En presencia de funcionarios norteamericanos, soviéticos, franceses , ingleses, de periodistas y de algunos invitados de hornos de le permitió hacer una última declaración. 
“ Dios proteja a Alemania -dijo Ribbentrop- mi último deseo es que Alemania alcance su bienestar y que el oriente y el occidente lleguen a un acuerdo. Deseo la  paz para el mundo.

Al funcionar la horca cada reo caía a la altura de su cuerpo más 15 centímetros.

El siguiente fue el mariscal Keitel de 74 años jefe del alto mando alemán, había pedido a sus guardias que le avisaran poco antes de llevarlo a la horca, a fin de arreglar sus celda y dejarla limpia.
En su última declaración dijo:

“ Ruego a Dios todopoderoso que se apiade del pueblo alemán! Más de dos millones de alemanes murieron por su patria antes que yo, sigo ahora los  pasos de mis hijos ¡todo por Alemania!"

Desde hace 2 mil años los persas llamaron a los griegos de Ciro el joven para parlamentar y luego los asesinaron, nada semejante había ocurrido en el mundo hasta Nuremberg, Keitel y Jold habían firmado la rendición incondicional y 17 meses más tarde se les ahorcó.

Después de Keitel siguió el turno de Jold   de 54 años,  jefe del estado mayor de Hitler, salió de su celda normal y casi alegre al subir a la plataforma grito ¡os saludo mi Alemania! 

Streincher de 61 años fue editor del periódico “Der Stuermer” enemigo del movimiento político jud¡o cuando llegó a la horca grito con todas sus fuerzas ¡Heil Hitler!  Subió los escalones de la horca y se dirigió al verdugo y le dijo: “ los bolcheviques también lo colgarán a usted  algún día”, ya con la soga en el cuello dijo:

                                   “ ahora todo queda en manos de Dios”

Los once cadavéres y las 10 sogas del patíbulo fueron conducidas secretamente a un sitio desconocido donde se les incineró, y después , como secreto de estado las cenizas fueron arrojadas tal ves al Atlántico o al río Isar.
El presidente Salomón Truman   comentó: “no vaciló en afirmar que el histórico precedente establecido en Nuremberg justifica con creces el desarrollo de esfuerzos prodigiosos”. 

Por su parte el verdugo sargento John Woods, manifestó: 

“ todo salió a la perfección, no estuve nervioso... el viejo Streincher me Miro al rostro cuando  me dijo “ algún día los bolcheviques los ahorcaran  a ustedes” yo le devolví su desafiante mirada, tales individuos no pueden asustarme, ajusticié a 11 hombres en 103 minutos, a eso le llamó yo  trabajar aprisa. Creo que Sauckel empezó también a gritar ¡viva Hitler! Cuando le coloque el capuchón, pero le impedí que continuara apretándole La soga... haré lo que pueda por qué se ascienda a los soldados que me ayudaron... creo que se les recompensará.”

Las ejecuciones de prisioneros prosiguieron durante 6 años a partir del armisticio. Significativamente a todo los reos se les condenaba  por haber encarcelando o ejecutado a saboteadores , conspiradores o guerrilleros jud¡os. todavía en 1951 se dio el caso de que se ejecutó al sargento George Schaellermair, que pasaba lista a los prisioneros Jud¡os, otros muchos oficiales de la SS se encontraban detenidos 15 años después de terminar la guerra o eran buscados para enjuiciarlos.

El número de prisioneros alemanes ejecutados en toda Europa ascendió a millares, todos ellos tuvieron por lo menos el consuelo de saber -como dijo William Joyce- porque morían.  Joyce nació en Estados Unidos y a la edad de 15 años emigró a Inglaterra. Desde él año 1933 se trasladó a Alemania y durante toda la guerra trasmitió programas de radio bajo el seudónimo de “Lord Haw Haw” en esos programas trató de persuadir a los británicos que no se dejaran arrastrar por los jud¡os, cuando fue capturado se le procesó y se le condenó a la  horca Joyce demostró que era ilegal que un tribunal inglés lo juzgara ya que él era norteamericano y por lo tanto no podía ser “traidor” a Inglaterra, de lo cual se le acusaba. El tribunal esgrimió el pretexto  baladí  de que Joyce había disfrutado de un pasaporte británico. 

Al subir a la horca Joyce declaró:

“ en muerte, lo mismo que en vida, desafió a los jud¡os que causaron esta última guerra... estoy orgulloso de morir por mis ideales y lamento la suerte de los hijos de Gran Bretaña que murieron sin saber por qué.”

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