Introducción
Se conoce con el nombre de Guerras Púnicas a la larga serie de conflictos que enfrentaron a Roma y Cartago durante más de un siglo, concretamente entre el 264 y el 146 a.C. La gran duración de las Guerras Púnicas a lo largo de 118 años no fue continuada e ininterrumpida en el tiempo, sino que se dividió en tres fases distintas: la Primera Guerra Púnica (264 – 241 a.C.), la Segunda Guerra Púnica (218 – 201 a.C.) y la Tercera Guerra Púnica (149 – 146 a.C.).
En esta entrada vamos a ver un resumen de la batalla de Zama (202 a.C.), que no solo fue una de las batallas más importante de la Segunda Guerra Púnica, sino una de las más relevantes de toda la Antigüedad.
Se conoce con el nombre de Guerras Púnicas a la larga serie de conflictos que enfrentaron a Roma y Cartago durante más de un siglo, concretamente entre el 264 y el 146 a.C. La gran duración de las Guerras Púnicas a lo largo de 118 años no fue continuada e ininterrumpida en el tiempo, sino que se dividió en tres fases distintas: la Primera Guerra Púnica (264 – 241 a.C.), la Segunda Guerra Púnica (218 – 201 a.C.) y la Tercera Guerra Púnica (149 – 146 a.C.).
En esta entrada vamos a ver un resumen de la batalla de Zama (202 a.C.), que no solo fue una de las batallas más importante de la Segunda Guerra Púnica, sino una de las más relevantes de toda la Antigüedad.
El mapa de la batalla de Zama (202 a.C.)
Una vez que Aníbal llegó a África estableció su campamento en Hadrumeto, al sur de Cartago. Presionado por el gobierno cartaginés para que entablara batalla, reforzó su ejército con nuevos efectivos y partió hacia Zama, a cinco días de marcha al oeste de Cartago.
Ambos ejércitos, separados por solo unos seis o siete kilómetros, acamparon en sendas colinas al oeste de Zama. El día previo a la gran batalla se produjo un hecho sin precedentes: los comandantes de ambos ejércitos, Aníbal Barca y Escipión el Africano, tuvieron una entrevista personal. Los historiadores Polibio y Tito Livio tienen cada uno su propia versión acerca de lo que se habló en este encuentro entre titanes, pero, casi con toda seguridad, no podemos atribuirle ninguna fiabilidad.
Antes de conocer la disposición de las fuerzas de cada bando en el mapa de la batalla de Zama, hay que detenernos brevemente en el tamaño de cada ejército, ya que, a pesar de ser una de las batallas más importantes de la Antigüedad, no contamos con cifras exactas totalmente fiables. Si tenemos en cuenta los hombres que dejó atrás para continuar el asedio de Útica y los que se sumaron gracias a los refuerzos de Masinisa llegados en el último momento, el ejército romano de Escipión el Africano en la batalla de Zama habría alcanzado un total de 30.000 infantes y 6000 jinetes.
En el otro lado de la balanza, las fuerzas cartaginesas quizás ascendían a 40.000-45.000 hombres en total, a los que habría que sumar los ochenta elefantes africanos traídos de la zona del Atlas.
Si pudiéramos contemplar un vídeo de la batalla de Zama visto desde arriba, veríamos cómo los ejércitos en combate se distribuyeron de la siguiente manera. Escipión reunió a la caballería romana e italiana en el ala izquierda a cargo de Gayo Lelio, mientras que la caballería númida de Masinisa ocupó el ala derecha. En el centro se encontraban en primera línea los velites (infantería ligera), seguidos por las legiones y las alae de aliados en la formación triplex acies (hastati, principes y triarii) de siempre, aunque con una ligera variación. En lugar de ubicar a los soldados al tresbolillo (es decir, de manera que cada fila ocupara los huecos de la anterior, como en una murga o chirigota de carnaval), éstos formaron inmediatamente unos detrás de los otros, creando amplios pasillos para canalizar el ataque de los elefantes.
La estrategia de la batalla de Zama empleada por Aníbal comenzaba con los elefantes, que formaban una línea por delante del ejército con la función de desordenar las líneas romanas al principio de la batalla. Detrás, el general púnico dividió a su caballería entre las dos alas, de modo que los númidas se enfrentarían a Masinisa y los cartagineses y los de otras nacionalidades lo harían ante Lelio. En el centro, la infantería estaba dividida en tres unidades similares a las romanas: la primera, formada por ligures, galos, honderos baleares y algunos númidas, supervivientes del ejército de Magón Barca; la segunda, compuesta por tropas libias y ciudadanos de Cartago que acudieron a defender su ciudad; la tercera, unos doscientos metros detrás de la segunda, la integraban los veteranos de Aníbal en Italia.
En la pròxima entrada veremos el desarrollo y las consecuencias de esta batalla.


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